Somos una fundación compuesto de mujeres y hombres cristianos, llamados a trabajar en pro de los derechos de los niños y niñas de nuestro país. Colaboramos con el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, al ser un puente que conecta a la comunidad cristiana, y civil en general, con los programas de familias de acogida (FAE).

Según cifras de dicha entidad, existen cerca de 14 mil niños, niñas y adolescentes (NNA) que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Algunos de ellos se encuentran en proceso de ser acogidos temporalmente por una familia externa que los reciban temporalmente mientras se resuelva su situación de vulnerabilidad. Sin embargo, no hay familias suficientes, por lo que la mayoría tendrán que ser institucionalizados, es decir, vivir en algún centro residencial.

Hay estudios que demuestran que quienes están privados de una familia que les brinde cuidado y protección exclusiva, afecta a su desarrollo cognitivo, emocional, sicológico y social. Esta situación puede repercutir en graves problemas de salud mental en su vida adulta, perpetuando una cadena de repetición de su historia familiar.

Si bien el Estado puede realizar mejoras significativas al sistema, éste nunca podrá suplir el rol de una familia. Somos nosotros, la iglesia de Cristo, los llamados a convertirnos en su familia, como respuesta del amor incondicional de Dios en nuestras propias vidas. De la misma manera en que hemos sido acogidos y adoptados como hijos de Dios (Romanos 8:15), tenemos la responsabilidad de hacer lo mismo con los niños y niñas de nuestro país, que imperiosamente lo necesitan.

Es por ello, que buscamos proteger y guiar a niños que han sido separados de sus padres biológicos, a través de familias y comunidades cristianas que los acojan temporalmente, evitando así que terminen en una institución de protección infantil.

Profesionales de diversas áreas, todos voluntarios, forman parte de nuestro equipo. Tenemos el objetivo de dar cuenta de esta realidad, sensibilizar a la comunidad y levantar familias que acojan temporalmente a un niño o niña.

Poco a poco hemos ido creciendo y consolidándonos como organización, y ya contamos con presencia en Santiago, Valparaíso, Los Ángeles y Concepción. Este año, 2024, hemos dado un paso más allá y buscamos crecer aún más para lo cual necesitamos contratar profesionales que trabajen a tiempo completo MOVAC.